viernes, 7 de septiembre de 2007

El Vallenato

“... los creadores e intérpretes vallenatos eran gente del campo, poetas primitivos que apenas si sabían leer y escribir, y que ignoraban por completo las leyes de la música. Tocaban de oídas el acordeón, que nadie sabía cuándo ni por dónde les había llegado, y las familias encopetadas de la región consideraban que los cantos vallenatos eran cosas de peones descalzos, y si acaso, muy buenas para entretener borrachos, pero no para entrar con la pata en el suelo en las casas decentes“. Gabriel García Márquez.

Cuando yo llegué a Locombia, de la palabra vallenato, - aparte de tener una sonoridad bastante fea -, lo que más me desconcertaba era su origen.... “coño, ¿Será que en Colombia hay balleneros y yo no lo sabía?”. Además, la única canción vallenata exportada a España hacía ya muchos años era “La gota fría”: Una bellísima canción de Emiliano Zuleta que destrozó Carlos Vives (*) y que terminó de rematar el patético de Julio Iglesias. Para mi el vallenato era esa canción.
Con este panorama, era lógico que cuando aterricé por estas tierras llegaba con el mayor de mis prejuicios. Quise conocer todas las músicas de este país sin embargo no puse demasiado interés en oír esto “de las ballenas”.
(*) Aclaro que Carlos Vives es un pedazo de artista del que los españoles sólo conocemos su peor época.

De parranda en parranda fui escuchando este canto que nada tenía que ver con lo anterior, y con el tiempo, he ido conociendo y leyendo toda la literatura de esta música. Y me fascina. El vallenato es el sonido de Colombia por excelencia. No creo que haya una música en este país que represente mejor su realidad mestiza: sus tres instrumentos básicos son el acordeón; de Europa, la caja; de África y la guacharaca indígena. Es la música del pueblo de la costa del Caribe; concretamente de la parte de La Guajira, el César y del Magdalena. Coge su nombre de la ciudad de Valle de Upar: de ahí la palabra “vallenato”, y como bien lo describe García Márquez, es la música de la gente del campo.

Los temas de las letras son en un 90% el despecho de amor -y ahí entra la variante de cuernos con el componente machista (canciones por cierto, que en este momento estarían prohibidas en España), y son tan sentidas, que a veces provocan la risa más que la pena. El vallenato, la tusa del desamor y el alcohol, van unido como un ente indisoluble. Creo que es imposible escuchar vallenato sentado en la butaca de un teatro en Helsinki, o al menos a mi me parece complicado. Es como la letra de una canción de Chavela Vargas, pero quitas el tequila y un poquito de desgarro, le pones aguardiente y le añades el eterno carácter parrandero de Colombia.

Aquí dejo un video del mítico Alejo Durán, primer Rey del Vallenato. La imagen es pésima pero es que es 1970. Como dice en su biografía “enamorado de las mujeres y también de la vida, Alejo tuvo 25 hijos en 18 amores”. Murió en 1989 a los 70 años.
Ay home!


1 comentario:

Anónimo dijo...

estas mejorando....

CUADERNO DE BITÁCORA